Hoy cuando regresaba en su bicicleta cerca del mediodía, al pasar frente a la librería que se encuentra a metros de la sucursal del banco Galicia en la misma vereda, junto a lo que queda del teléfono público, observó una fajo de dinero que al levantarlo vio que tenía la faja del mencionado banco.
Sin dudarlo, fue hasta allí y luego de explicar lo que acababa de suceder se lo entregó al gerente luego de hablar con el policía que custodiaba el lugar, le preguntaron por su nombre, respondió y se retiró..
Con el correr de los minutos, esta acción no tardó en ganar la calle, sobre todo porque el importe le fue restituido al propietario quien minutos más tarde regresó a la sucursal informando sobre el extravío.
A pesar que en la teoría cualquier persona de bien obraría de la misma manera, la realidad no siempre es así y sobre todo, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, esto es una perla blanca en medio de la información que de ninguna manera se puede considerar como algo común y corriente.
fuente distrito interior
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